Durante el periodo de los Tres Reinos, el reino de Silla estableció una alianza con la dinastía Tang de China para someter a Koguryo y Paekche, pero el Imperio Chino resultó ser un aliado traicionero, ya que sus verdaderas intenciones consistían en conquistar para sí los territorios de Paekche y Koguryo. Ante esta situación, el reino de Silla tuvo que declararles la guerra y en el año 676 d. C. expulsó a los ejércitos chinos y se estableció el primer estado unificado en la península coreana.
Aunque políticamente hablando los tres reinos estaban divididos, étnica y lingüísticamente se encontraban fuertemente entrelazados. Estos tres reinos, a su vez, desarrollaron una sofisticada estructura política y jurídica, y adoptaron la moral confuciana y la religión budista. Durante siglos, los conflictos continuaron aumentando entre ellos con varias alianzas alternativas de dos contra uno, contra China o con ésta contra los otros dos.
El triunfo del reino de Silla sobre la dinastía Tang china en el año 676 marcó un acontecimiento histórico para la historia coreana. Silla consiguió expulsar a los chinos de la península y unificó el territorio por primera vez en la historia. Acto seguido, los refugiados de Koguryo repelieron a las tropas de Tang en Manchuria y en el norte de la península, y establecieron el reino de Balhae en el año 698. Este periodo se conoce con la denominación de Reinos del Norte y del Sur.
En Silla el grupo más famoso de expertos en artes marciales fue el Hwarangdo (“Hombres o caballeros florecientes”). Los líderes de este colectivo eran los hijos de los nobles guerreros, al que lideraba el grupo se le llamaba Hwarang y a sus seguidores Nangdo. Durante su entrenamiento viajaban a las escarpadas áreas montañosas y a los ríos y litorales marítimos para entrenar técnicas militares y artes marciales, incluyéndose en el entrenamiento el estudio de la literatura clásica así como también el de la danza y la música.
Después de la ansiada unificación de los reinos por Silla en el año 668, la popularidad de las artes marciales disminuyó paulatinamente. Liberado de las preocupaciones de las luchas internas y de las intervenciones extranjeras, se produjo un rápido auge del arte, la religión, el comercio, la educación y otros campos en los que el desarrollo fue notable. La capital de Silla, en la actualidad Kyongju, tenía una población superior a un millón de habitantes en su día, siendo actualmente de 650.000 aproximadamente, lo que puede ayudar a hacerse una idea de la importancia que tuvo en su época. El budismo floreció bajo la protección de la nobleza y ejerció una gran influencia en los asuntos del estado, la creación artística y moral. Silla alcanzó el apogeo de su prosperidad y poderío a mediados del siglo VIII, aunque después entró gradualmente en decadencia. El enfrentamiento en el estamento nobiliario se intensificó, mientras que líderes de grupos rebeldes reclamaban el derecho a la sucesión de los reinos que habían sido derrotados, Koguryo y Paekche.
BALHAE
Tae Cho-yong, un veterano general de Koguryo, fundó Balhae al sur de Manchuria Central en una región perteneciente al desaparecido reino de Koguryo. Balhae no sólo contaba con los refugiados de Koguryo sino también con una importante población de mongoles.
Balhae estableció un sistema de gobierno de cinco capitales regionales basado en la estructura administrativa existente en Koguryo. Logró desarrollar una avanzada cultura, cuya base era la cultura de Koguryo, hasta el punto de que China lo llamara “el floreciente país del este”.
Durante el apogeo de su poderío, ocupó un vasto territorio que se extendía por la parte más septentrional de la península coreana y una gran parte de Manchuria incluyendo territorios que actualmente pertenecen a la Federación de Rusia. No tardó en chocar con el reino de Silla y la dinastía Tang, aunque posteriormente inició una relación pacífica con China. También llegó a establecer vínculos diplomáticos con el Imperio Otomano y Japón.